Hoy no escucho nada, sólo el silencio de mis palabras. Palabras que muchos no entienden o les da miedo tratar de entender. Estos meses duros por culpa de la incertidumbre me han servido para observar. Observar mis besos, mis abrazos, mis ganas de quererte y que al final nos han llevado al fracaso. Todo y nada. Nos quisimos con locura y llegamos a aborrecernos. Nuestros caminos estaban predestinados a seguir rutas diferentes y los dos lo sabíamos. A mí no me bastaba con una vida circular y tú no necesitabas ir más allá.
Estoy feliz por haberte querido de esa manera y ahora estoy feliz por que sé lo que quiero a mi lado. Sé cómo no quiero ser, no quiero que nadie consiga sacar lo peor de mí y quiero poder amar con la locura de un niño, quiero que nadie me haga olvidar quién soy. Soy yo, y acepto que mi yo no es sencillo...pero de ahí nace mi esencia.
Pudo haber sido pero no tenía que ser.
jueves, 29 de mayo de 2008
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