martes, 16 de diciembre de 2008

"Debería coger un taxi para que me llevase allá donde el temor no llegue. Pero no sé cuál es la dirección. Hay taxistas que ven el temor en nuestro rostro, a través del retrovisor. Pero no dicen nada. Porque el silencio es la herramienta, lo único que hace no quedar mal.Hay días en los que subo a un taxi para huir. Los semáforos lo impiden. Y lo impide el equipaje invisible que llevo siempre. Aunque, sobre todo, lo impide mi certeza de que la vida volverá a llenarse de almohadones."

Fernando Santamarín (Heridas causadas por tres rinocerontes)

1 comentario:

bolboreta dijo...

¡Claro que sí!
Almohadones los habrá siempre, alfombrando el suelo cuando menos te lo esperes, para que la caída sea suave y el impulso para un nuevo alzamiento, potente y renovador.